Mi nombre es Rania Samir, soy una hermana misionera
comboniana de Egipto. Actualmente estoy realizando un curso en el Instituto de Formación Humana Integral en
Montreal, Canadá, donde estoy viviendo una hermosa experiencia.
He sido misionera en la República Centroafricana desde 2013. En este momento existe aún una situación de guerra en este país y la gente sufre. Nosotras también compartimos su sufrimiento y esperamos que algún día la paz y la justicia brillen en esta tierra.
Al vivir con la gente he sentido la necesidad de acompañarles en procesos
de curación. Esto les ayuda a descubrir la fuerza interior que poseen para
superar las experiencias traumáticas vividas y convertirlas en bendiciones.
A través de mis estudios, me doy cuenta de las capacidades humanas que tenemos
para superar la angustia y el daño extremo y así construir una sociedad de paz.
Las habilidades que estoy adquiriendo me están ayudando a descubrir que,
gracias a su libertad interior y valores
profundos, las personas pueden transformar su entorno social. Esto sucede
cuando las personas eligen actuar sin violencia pero con amor en su vida
diaria, en las cosas ordinarias y pequeñas.
El Instituto de Canadá en el cual resido me brinda
un nuevo aspecto de vivir en comunidad con hermanas de diferentes congregaciones
y nacionalidades. Me he vuelto más consciente de nuestra riqueza interior como
Hermanas Misioneras Combonianas. La multiculturalidad, diversidad y
flexibilidad son características combonianas transmitidas y vividas de
generación en generación desde la fundación de la Congregación.
Además, la herencia del carisma comboniano, carisma vivido radicalmente por
nuestro fundador y abrazado por nuestras primeras hermanas que vivieron el
martirio, sigue estando viva hoy en todas nuestras comunidades donde estamos
presentes.
Me siento feliz y agradecida por llevar adelante estos estudios los cuales
me ayudan a darme cuenta de la capacidad de retomar las fuerzas que tiene cada
persona, sin importar cuánto trauma haya sufrido. Las personas siempre son capaces
de regenerarse a sí mismas y a su comunidad.
Rania Samir
Misionera Comboniana
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