En el centro de la imagen Comboni situado entre dos continentes simbolizado por la Casa Madre, arriba y un ocaso en África, la foto de abajo.
Al lado de Comboni los tres primeros grupos de Misioneras Combonianas que trabajaron con él en Sudán, y siempre la casa madre de fondo como símbolo de unos inicios difíciles.
Encima de ellas el nombre actual “Suore Missionarie Comboniane” y el que Comboni nos dio “Pie Madrid ella Nigrizia”… un nombre que se desplaza hacia arriba para indicar que somos todas nosotras, las de ayer, y las de hoy.
Debajo de Comboni, imágenes de la Madhia, que recuerdan el sufrimiento y el calvario que les tocó vivir a los misioneros y a las hermanas a la muerte de Comboni. Y todo ello sobre un fondo de ocaso… todo parecía abocado a la ruina.
En ese fondo una mano con un rosario y un libro… la oración es siempre nuestra fuerza…
Fuera de ese cuadro central vemos un gran número de rostros de misioneras combonianas de todos los continentes… La misión de Comboni sigue viva hoy día en todas nosotras. “Yo muero pero mi obra no morirá”… Sí, realmente esa promesa continúa.
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