FELIZ EN EL CONGO


Soy Ilda Pinto, misionera comboniana de Portugal y desde mediados del 2016 me encuentro en la República Democrática del Congo. 

 Cuando llegué a este país mi primera misión fue con el pueblo pigmeo, en la zona de Mungbere, al norte del país. Los pigmeos son una de las tribus más primitivas del mundo, se dice de ellos que son los primeros habitantes del Congo; pero también son una de las tribus más pacíficas del planeta. Viven en perfecta armonía con la naturaleza y de ella se sirven cogiendo estrictamente lo que les es necesario para vivir.

 Siempre han sido un pueblo nómada, pero los distintos gobiernos los están obligando a ser sedentarios, a no moverse de un lugar a otro por la selva. Ellos tienen muchas dificultades para realizarlo y eso por distintos motivos. Una de las razones de más peso es porque el resto de las poblaciones, llamadas bantúes, los discriminan, se ríen de ellos, los desprecian y abusan de ellos económica y socialmente. También tienen dificultades para asimilar las costumbres de una sociedad que está continuamente evolucionando y poder caminar a su ritmo.

El trabajo que realizamos las misioneras combonianas con ellos es muy lento, desde Europa donde todo se mide por la eficacia, dirían que perdemos el tiempo. Nuestra misión es ayudarles en este proceso de inserción en la sociedad.
Les acompañamos paso a paso en la iniciación a la agricultura, que no conocen, porque han vivido siempre de los productos de la selva. Les enseñamos a fabricar productos artesanos para uso doméstico: jabón, ollas de barro, cestas, esteras, etc. Les ofrecemos una formación en higiene, salud, economía doméstica, alfabetización… y les ofrecemos también el camino de la fe en el Dios de Jesucristo, Padre creador y misericordioso.

Después de un tiempo en la misión de Mungbere me destinaron a la misión de Isiro donde llegué para sustituir a la hermana Prado que se había enfermado y que trabajaba en la animación misionera.

Animar a las comunidades cristianas y los diferentes grupos eclesiales  hacia la dimensión misionera de la Iglesia es una de las prioridades de nuestro carisma comboniano. Con algunos de estos grupos estoy caminando aquí en Isiro, desde los más mayores, grupos de adultos como los Laicos Misioneros Combonianos (LMC), hasta los más pequeños como son los grupos de la “Infancia Misionera”.

Una parte de nuestra actividad también se centra en la divulgación de la prensa católica. Cada domingo y en otras ocasiones especiales, salimos a las diferentes parroquias de la ciudad para ofrecer la posibilidad de comprar libros a un precio accesible para todos. Es una gran oportunidad para ofrecer un medio de crecimiento personal a estas personas que están tan privadas de muchos bienes. No podemos infravalorar todos aquellos medios, por muy sencillos que sean, para dar a conocer la persona de Jesús y su Buena Noticia.
 
La misión es grande y los trabajadores son pocos. Necesitamos de otros, de ti que me estás leyendo, de tu generosidad, de tu disponibilidad… Vale la pena trabajar por Jesús y su Evangelio.


Desde Isiro (R.D.C.)

Ilda Pinto

Misionera Comboniana

Comentarios

  1. Acoger la vida, acompañar procesos, sembrar esperanza.
    Vida Nueva en Jesucristo.
    Gracias

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