Queridos amigos y amigas. Desde la misión de Aboke, en Uganda, deseo compartir con vosotros algo de lo que vamos viviendo aquí en la misión.
He empezado una nueva actividad con los ancianos y ancianas, os explico en
que consiste:
Como sabéis los mayores son respetados y
queridos en esta sociedad
Africana; sin embargo ante las muchas necesidades básicas que las familias tienen:
comida; matriculas escolares; médicos y medicinas, muchas veces les es imposible atender debidamente a los
abuelos. Las condiciones en las que viven algunos ancianos son
pésimas; las cabañas son viejas y les llueve dentro; no tienen servicios; sufren
enfermedades que no curan por falta de
medios y otras muchas penalidades. Nosotras Misioneras solemos ayudarlos con algo de comida
cada mes. Sin embargo creo que se merecen vivir más dignamente los últimos años
de sus vidas y vamos a intentar que así sea.
Santorina, por ejemplo, se rompió la cadera y
como la familia no podía pagar los gastos, estaba siempre tumbada en el suelo. La hemos ayudado
a ir al médico y ahora se
puede sentar y esperamos que poco a poco empiece a caminar.
A Clementina, como veis en la foto, le hemos construido
una cabaña nueva y el servicio que se ve al fondo. ¡Todo un lujo para ella!
Vivía en una
cabaña sin puerta y le llovía dentro. Cuando tenía
necesidad de ir al servicio iba a casa de su hijo que está algo lejos…
En la foto me
está explicando que venía de trabajar en el trocito de campo que tiene y que
cuando recoja las alubias me dará unas pocas para que las envíe a quienes les
han ayudado sin conocerla y me dijo: “porque deben ser muy buenas personas, ¿verdad?” Es una anciana muy simpática. También hace escobas y las
vende para no molestar a sus hijos que tienen muchos gastos, según ella.
Las dos escuelas de primaria que están cerca de la misión son muy
pobres; no tienen los requisitos necesarios para poder ayudar a los alumnos a
formarse adecuadamente y los alumnos
tampoco pueden comprar lo que necesitan.
Les hemos empezado a ayudar y hasta ahora hemos comprado algunos libros y mapas, solo a los cursos de los más mayores. Nunca han tenido libros de texto, por lo tanto los niños y niñas están felices con esta ayuda que están recibiendo.
Les hemos empezado a ayudar y hasta ahora hemos comprado algunos libros y mapas, solo a los cursos de los más mayores. Nunca han tenido libros de texto, por lo tanto los niños y niñas están felices con esta ayuda que están recibiendo.
Una de las jóvenes mamás, Jacky, y su niña
Gilda que, como veis, tiene las piernas llenas de granos infectados, ahora se
encuentra mejor pero nos ha costado mucho tiempo y dinero conseguir que le vaya
desapareciendo la infección. En tratamientos médicos solemos usar mucho dinero
e incluso así, a veces no conseguimos buenos
resultados.
Emmanuel, el niño de Brenda, tenía cuatro años; se enfermó de malaria y como
cada día estaba peor, lo llevamos a varios hospitales e hicimos todo lo que
estaba a nuestro alcance y que la chica y su familia nunca hubieran podido
hacer por falta de medios económicos. Cuando Brenda, que es una de
las jóvenes mamás, volvió de la escuela profesional, para las vacaciones, encontró que su niño ya ni se mantenía de pie, hasta que un día me llamó para decirme que el niño había
muerto.
El grupo de las jóvenes mamás sigue con la
formación. Unas van a la ciudad de Lira para los cursos profesionales y otras
siguen en el poblado esperando ir también a hacer los cursos que las capaciten
a tener una profesión. Una de las jóvenes ha terminado ya el curso de
peluquería; vamos a construirle la peluquería y equiparla para que pueda seguir
sola adelante.
En la parroquia tenemos 60 capillas que llevan adelante los
catequistas; éstos se ocupan de las
necesidades de la población a todos los
niveles. Generalmente la formación de los catequistas la tenemos aquí en el centro, una vez al mes, pero
a veces los visitamos por zonas.
Deseo
que tengáis unas buenas vacaciones de
verano; aquí ahora empieza el segundo trimestre escolar y es el tiempo de las
lluvias, así que la gente está feliz de ver crecer lo que han plantado y que si
Dios quiere les dará frutos para poder tener una vida más llevadera.
Encarnita
Cámara Liébana
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