DE COSTA RICA A MOZAMBIQUE



Soy Maureen Ivannia Mora Agüero, Misionera Comboniana natural de San José Costa Rica.

A lo largo de mi vida he experimentado fuertemente estas palabras del profeta Jeremías: “Antes que te formaras en el vientre te conocí, antes de que tú salieses del seno materno te consagré”, porque Dios Padre a través de varias personas,  de mi trabajo, de los estudios, de la oración personal y de la Eucaristía diaria me hizo entender que me llamaba a una vocación diferente de la que yo había pensado. Y con la gracia de Dios fui capaz de dejarlo todo y de seguir a Jesús como religiosa misionera comboniana. Después de la formación inicial y profesional en 2006 me destinaron a Mozambique donde he vivido 12 años.


En general las personas que conocí fueron: acogedoras, alegres, llenas de esperanza, generosas, inteligentes, amigas, compañeras de camino, sinceras y de grande fe delante de los desafíos de la vida diaria. Estas actitudes han sido importantes para mí porque siento que enriquecieron y alimentaron mi existir.


Cuando llegue a Mozambique fui destinada a la Misión de Mangunde que queda en la Provincia de Sofala, a 300 km de Beira (en el centro del País), en el Distrito de Chibabava. Mozambique es un país muy extenso y recuerdo que cuando viajé la primera vez para mi futura comunidad, sentía que el camino era interminable… finalmente llegamos y para mi alegría encontré una comunidad de hermanas y un pueblo que me esperaban. Con la ayuda de mis hermanas de congregación, del Padre Ottorino Poletto también Misionero Comboniano y de las personas de la misión fui entrando en esta nueva realidad.


El primer servicio misionero que me fue confiado fue trabajar en la Escuela Profesional Familiar Agraria de Mangunde (EFR) como responsable de un internado, profesora y miembro de la dirección de la escuela. 

Este modelo de Escuela Profesional era nuevo en esta zona porque visto que era una zona rural se quería ofrecer a los jóvenes una formación académica y al mismo tiempo técnico-profesional en el campo de la agricultura y pecuaria para que después de la formación fueran los propios jóvenes quienes promovieran el ambiente rural de sus zonas de origen sin necesidad de emigrar a la ciudad en busca de trabajo.

Cuando iniciamos esta escuela no teníamos instalaciones. Cuando el Padre Ottorino me llevo a conocer el terreno donde iba ser construida la escuela me quede sorprendida porque todo era bosque. Entonces le pregunte al padre: “¿dónde está el tractor que va a limpiar este terreno”? y el padre me respondió:” aquí no existen tractores, todo será hecho manualmente…” pueden imaginar mi reacción… Después le pregunte: “¿Dónde vamos a preparar la comida para los alumnos?” y él me dijo: “Maureen vamos poner tres piedras juntas y encima la olla.” Les digo esto solo para que se hagan una idea de que no es por falta de medios materiales que se puede perder la esperanza de ofrecer un futuro mejor a los otros.

Yo a través de esto, aprendí a creer más en la providencia de Dios y en la capacidad de trabajar en equipo para juntos dar lo mejor de sí para el bien común. En otras palabras, al inicio los que trabajábamos para la creación de esta escuela tuvimos que adaptarnos a nuevas situaciones.

 Los años que estuve trabajando en esta escuela profesional fueron muy enriquecedores por las experiencias vividas, ya sea con los compañeros/as de trabajo, como con los jóvenes que encontré. Hasta el día de hoy recuerdo que el director de la escuela un día me dijo: “nosotros formamos un excelente equipo de trabajo” porque había momentos donde juntábamos los conocimientos y esto nos ayudaba a tomar decisiones importantes en favor de la escuela y en favor de los jóvenes que estábamos  educando.

Después de 4 años tuve que asumir en simultáneo el servicio de otra hermana de comunidad que fue transferida. Este trabajo consistía en acompañar un internado de 300 jóvenes provenientes de todo el país que venían a la misión de Mangunde para estudiar en la Escuela Secundaria (Escuela San Francisco de Asís de Mangunde). Aquí también junto a dos señoras y los miembros de la dirección de la escuela aprendí muchas cosas y me sentí Madre de tantas muchachas que venían con deseo de estudiar y aprender a ser mujeres.

Después de 7 años en Mangunde, la provincia de Mozambique me pidió cambiar misión. Tuve que ir al norte del país a una provincia llamada Nampula. Ahí fui destinada a trabajar en el distrito de Nacala en una escuela secundaria fundada por nosotras Misioneras Combonianas en el año 1998. La Escuela Politécnica Comunitaria Femenina de Nacala Porto, que ofrece estudios en el Ier ciclo de la secundaria (8ª, 9ª e 10ª) y el curso Medio II ciclo(11ª, 12ª, más un año) en Contabilidad y Administración. El desafío fue mayor porque me pidieron que fuese la directora de la escuela. Acepte con fe y confianza en Dios porque hasta el momento había hecho una experiencia muy positiva.

Estas escuelas las hemos abierto nosotras combonianas porque estando en las zonas rurales constatábamos que la mujer mozambicana no gozaba de los mismos derechos que los hombres.Por ejemplo, si en una familia había 3 hijos (una mujer y dos hombres) los papás mandaban a la escuela a los hombres y las mujeres sólo hacían los trabajos de casa o se casaban muy jóvenes. Ante esta realidad y siendo uno de los elementos prioritarios de nuestro carisma “La promoción de la mujer” las hermanas decidieron abrir esta escuela femenina en la ciudad de Nacala para poder acoger estas jóvenes provenientes de varias zonas rurales donde no habían escuelas secundarias para continuar los estudios. En Mozambique existe un proverbio que dice: “Quien educa una mujer educa una nación” entonces nosotras Misioneras Combonianas queremos ofrecer una formación integral a las jóvenes para que sean ellas las futuras protagonistas de su país.


Un ejemplo claro de todo ello es por ejemplo Elizabetta una joven de la provincia de Sofala que conocí desde la séptima clase y que con la ayuda de las hermanas consiguió llegar hasta nuestra escuela en Nacala donde hizo el curso de Contabilidad y Administración y hoy ya tiene trabajo. Con aquello que gana está pagando sus estudios superiores. Gracias Jesús porque mis ojos hasta el día de hoy han podido experimentar la presencia de Dios y ser testigo de las maravillas que Dios opera en las personas.

El año pasado la Congregación me pidió venir a Granada, en España para trabajar en la formación de las chicas que quieren ser misioneras combonianas. Ahora mismo estoy conociendo esta nueva realidad.

Les pido que recen por mí para que sea perseverante y pueda dar toda mi vida por Dios y por la misión.

Maureen Ivannia Mora Agüero
Misionera Comboniana

Comentarios

  1. Parabéns Irmã. Força e que Deus lhe proteja sempre

    ResponderEliminar
  2. Maureen soy Ricardo Jose Solano Janer excompañero del Liceo Luis Dobles Segreda en CR , en 5 año , "Ricardito" como me decian ustedes , me gozo en Jehová en lo que has realizado y logrado con la gracia y favor del Gran Yo Soy , siempre estarán en mi corazón y oraciones tanto Karlita como usted , las bendigo Geandemente con la Bendición Especial del Padre , Hijo y del Santo Espiritu. Una enorme alegría saber de usted, siempre a sus órdenes.

    Mil bendiciones y Cobertura de lo Alto.

    Lic. Ricardo José Solano Janer
    Auditor de TI.

    ResponderEliminar
  3. Hola Maureen
    Muchas felicidades! Por tu rica y variada experiencia, continuamos en comunión de oración ya que esto nos une desde los lugares donde estamos, yo sigo en mi tierra, dando asistencia a mi madre cada vez más dependiente de nuestra ayuda, ya va para sus 96 años, espero tu familia esté bien y así también Carla
    Un fuerte abrazo de Marta Elena Huerta Avila

    ResponderEliminar
  4. Bendiciones mí amada Murita de mí alma y mí corazón. Felicidades por tu perseverancia y guía para tantas personas que ayudas. Y si todo cuanto has escrito es misericordia de Dios. Porque ten por seguro que él va delante de ti guiándote en todo momento. Yo me quedo sin palabras. Qué orgullo, qué alegría. Qué bendición para Costa Rica, tener unas gemelas Misioneras y no sé diga para Escazú así como para nuestra familia 👪 bendiciones mí chiquita 💕

    ResponderEliminar
  5. Felicidades en tú trabajo misionero. Te amamos mí querida 💕

    ResponderEliminar

Publicar un comentario