LOS REYES MAGOS EN CAMERÚN

De izquierda a derecha: Geny, Elvia y Lupita
Desde que nací, todos los 5 de enero he puesto un zapato en el salón, he escrito una carta y he preparado en una bandeja el licor y las zanahorias para acoger a Sus Majestades y a sus camellos.

Pero este año, no sólo no he ido a ninguna cabalgata sino que yo me encontraba enferma de malaria y faringitis al mismo tiempo. Al acercarse la noche e imaginarme la ilusión con la que celebraría mi familia esta fiesta, mientras que en Camerún no existe esta tradición y que mi cuerpo se debilitaba por el "plasmodium falcifarum", sentía cómo mi ánimo caía en picado hacia un foso de tristeza inconsolable. ¿Dónde estáis Reyes Magos? Gritaba mi niña interior mientras me tomaba una infusión sola en el comedor.

Entonces apareció Elvia, que al verme se puso a bailar salsa... Me arrancó una carcajada y comencé a aplaudir para que bailará más... ¡Pero qué bien baila esta Esmeraldeña! Luego llega Geny con esencia de romero, y me recomienda olerlo para sentirme mejor, ¡Qué aroma tan reparador! Finalmente aparece Lupita con la pomada Vicks Vaporub, y me recomienda que me la ponga antes de acostarme...

De repente, me doy cuenta de que la nostalgia se ha disipado y de que ha sido sustituida por una alegría cálida y llena de gratitud. Y es entonces cuando los veo ¡Sí!¡... Están ahí los Tres Reyes Magos! Sólo que ésta vez son "Tres Reinas Magas", y son mis hermanas combonianas, que con su paciencia y cuidado me están regalando la salud.


Lupita, mexicana, es Melchor claro, porque tiene el pelo blanco, Geny, brasileña, es Gaspar porque es morena y Baltasar tiene que ser Elvia, ecuatoriana, con su bella piel negra.

¡FELIZ Y ENTRAÑABLE FIESTA DE LA EPIFANÍA para todos!

Lucía Fonts Santana
Misionera Comboniana en Camerún 

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