El
prototipo de inmigrantes que muchos de nosotros tenemos es que vienen a este país
para encontrar un mejor nivel de vida y establecerse aquí. Sin embargo, no
siempre es así, este es el caso de la hermana de Banetta que decidió emigrar a
los Estados Unidos para estudiar agricultura en Wells College, en Nueva York, y
seguir la tradición campesina de su familia la cual cultiva chocolate.
Banetta
nos enseñó haciendo chocolate una receta de esperanza. Mientras preparaba su
chocolate para venderlo, Banetta nos comentó “mi hermana que estudia en U.S.A
aprendió a hacer chocolate y me enseño”. Todos en la familia forman un equipo y
colaboran en la preparación del chocolate artesanal, desde su siembra hasta su
manufactura para después véndelo por las calles de su aldea. Así, Banetta
encontró un significado y un propósito para estar en Liberia y apoyar a su
familia sin tener que emigrar y ganarse la vida por su propia cuenta.
Banetta
hace parte del 60% de la población liberiana bajo los 25 años, y casi un 19%
son jóvenes entre 15-24 como es el caso de sus hermanos. Esto es un gran
problema para la economía de Liberia, la tasa de desempleo es muy grande y la
economía informal prolifera como la única opción para muchos jóvenes liberianos,
si bien muchos jóvenes trabajan por cuenta propia, tienen oportunidades
limitadas para generar unos ingresos suficientes para ganarse la vida.
El
ejemplo de la hermana de Banetta nos ayuda a descubrir como la debilidad del
entorno empresarial hace que Liberia sea un reto para cualquier empresario. A
esto se añade la falta de educación
empresarial, el escaso acceso al capital inicial y la debilidad de las redes
sociales y empresariales obstaculizan el éxito del espíritu empresarial de los
jóvenes como la hermana de Banetta que se vio obligada a desplazarse lejos de su familia con el deseo
de capacitarse “mi hermana se fue a estudiar agricultura para después regresar
y ayudar a mi padre” nos seguía comentado Banetta, y “mis hermanos me ayudan a
preparar el chocolate y venderlo” nos comentaba “y nos va bien para apoyar a mi
familia”.
Para
abordar estos problemas de la juventud liberiana, CRS está activando una
plataforma para apoyar a estos jóvenes empresarios rurales, las siglas de este
proyecto en inglés es (ASPYRE) que capacitará a 225 jóvenes de comunidades
rurales y periféricas del país.
El
proyecto piloto se realizó en la comunidad rural de Kakata con 33 jóvenes. Durante
las sesiones de entrenamiento el equipo de CRS observó que existía mucho
conflicto entre los participantes del programa y eso impactaba negativamente en
sus capacitaciones. Para responder a este problema, CRS insertó en su currículo
su programa de innovación de conflictos y sanación de trauma,”Cantando a los
leones”, para apoyar a los jóvenes a superar sus diferencias y caminar juntos.
Esta
breve historia nos muestra como el inmigrante colabora en la autogestión de la
economía de su país desde su realidad sencilla pero proactiva. Al mismo tiempo,
descubrimos como se cultiva la dignidad de la persona que constituye como nos
dice la doctrina social de la Iglesia el pilar de toda sociedad y relaciones. “Con
la receta del chocolate que mi hermana aprendió en U.S.A yo tengo un trabajo y
puedo apoyar a mi familia” nos expresaba Banetta.
Gracias
a estos programas hay muchas organizaciones como CRS que apoyan el trabajo
misionero, hoy puedes apoyar también a las religiosas a colaborar en programas
similares a éste promoviendo el trabajo y el micro-crédito en los países de
misión. Sin tu ayuda, nuestro trabajo de evangelización y promoción no seria
posible.
Inmaculada Cuesta
Misionera Comboniana en EEUU
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