MISIÓN ENTRE LOS CAYAPAS


Soy María José Carrero, de Almodóvar del Campo (Ciudad Real). Misionera Comboniana en Santa María de los Cayapas, Ecuador. Es un pueblecito ubicado en el Rio Cayapas a 50 km de tierra firme, en el corazón de la selva Esmeraldeña, al cual solo se tiene acceso por vía fluvial. En este paraíso comparto mi vida con dos etnias: afrodescendientes e indígenas Chachis. La gente sobrevive del cultivo del cacao. Marginados y olvidados por los gobiernos de turno no disponen de los servicios básicos como agua potable, alcantarillado, salud y educación de calidad. Aquí el Vicariato Apostólico de Esmeraldas ha contribuido significativamente en el desarrollo de la zona a través de las Misioneras Combonianas que seguimos trabajando en el área de la educación y la formación de líderes.

Mi comunidad religiosa está formada por cuatro hermanas dedicadas a la evangelización. La vida comunitaria la siento como un faro del cual emana luz para todas las personas que nos rodean y es uno de mis lugares principales donde aprendo a crecer en el amor.

Trabajo en la educación como delegada del Obispo. El colegio cuenta con 300 estudiantes, entre los 5 y 20 años, 17 docentes, junto a los padres de familia. Los estudiantes vienen de 13 pueblecitos aledaños por canoa o caminando de una a una hora y media. ¡Cuánto me enseñan estos jóvenes a dar gracias a Dios por la vida y a apreciar todo lo que Dios me ha dado!.

Durante el tiempo de pandemia, a pesar de nuestros esfuerzos para hacer un seguimiento adecuado de los estudiantes, empecé a percibir paulatinamente en ellos el abandono escolar. Sentía las palabras del Papa Francisco tan reales.. “Catástrofe educativa” y el corazón se me desgarraba de tristeza. 




Los alumnos llegan a la escuela caminando o en canoas

Hablamos con la dirección del colegio, padres de familia, profesores, el representante del alcalde, el centro de salud más cercano, el sacerdote, todo ello teniendo en cuenta las medidas de bioseguridad existentes en la zona. La propuesta era clara: El padre de familia que quisiera enviaría a sus hijos a las aulas de la escuela y colegio, previa firma de consentimiento, para que los docentes, a los cuales se les pedía trabajo voluntario por dos horas diariamente, pudieran continuar con las clases. En ese momento esta medida estaba prohibida por el gobierno ecuatoriano. Para nosotros era la única estrategia viable para continuar con el proceso educativo.

En esta reunión hubo consenso total de todas las fuerzas vivas de la comunidad. Esta es la fuerza humanizadora, transformadora de la comunidad que surge cuando hay unidad de entendimiento y acción por un propósito de bien. Nosotros empezamos a trabajar de este modo porque aquí no existe la posibilidad de trabajar online. Nos arriesgamos a una denuncia del Ministerio de Educación que nunca nos llegó, o a un posible contagio que tampoco ocurrió. Lo que si pasó es que el 100 % de estudiantes regresaron al colegio y se les pudo ayudar a continuar sus estudios.

Este año con algunas ayudas hemos instalado 11 antenas de un proveedor particular en las diferentes comunidades y en el colegio. Es un internet deficiente, pero algo es algo, y los padres siguen haciendo esfuerzos para comprar a sus hijos al menos un teléfono móvil por familia para poder seguir la formación.

Yo sigo soñando con una mejor calidad de educación en la zona. ¡Cuánto me gustaría que los niños recibieran apoyo extraescolar en lectoescritura, talleres que desarrollaran su imaginación a través del teatro, la música! Pero no sueño sola, hay muchas otras personas que como yo soñamos por llevar la esperanza al mundo.

Hna., María José Carrero Viñas,
Misionera Comboniana en Ecuador

Comentarios

  1. Estupendo Maria José. Sigue soñando, porque si dejamos de soñar nos vamos muriendo. Y soñar en la éducation es necesario para poseeer seguir creando.

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  2. Un testimonio misionero maravilloso y ejemplar. Vale la pena pienamente y felicito de corazon a M. Teresa Carrero

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  3. Querida Madre María José con ese corazón tan noble que usted tiene toda esa meta se va a cumplir en adelantó de esas comunidades y mucho por venir para ésos estudiates muchos besos y abrazos a la distancia esperó que haya. pasado una Felíz Navidad y que tenga un Feliz Año Nuevos

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