DEL CONGO AL CHAD


Soy la hna. Marie Shoko, de nacionalidad congoleña y soy Misionera Comboniana desde hace 5 años. Desde 2018 me encuentro en Chad y trabajo como enfermera en el hospital San José de Bebedjia, al sur del país, en la diócesis de Doba.

Aquí, en el hospital, cada día es especial, con sus imprevistos, sus alegrías y sus sorpresas. El trabajo no falta y en ocasiones podríamos decir que es excesivo porque no tenemos mucho personal sanitario. 

Mi responsabilidad es la de jefe de servicio en el reparto de cirugía, pero realmente hago un poco de todo en todos los departamentos: preparar a los pacientes para las operaciones, registrar los pacientes nuevos, los que vienen a revisión, preparar la terapia para los enfermos de tuberculosis, etc. Llevo además la supervisión de los medicamentos para que no falten y la de los cuidados que las enfermeras dispensan a los pacientes para que todo esté en orden.

Algunos pacientes tienen dificultades para pagar el hospital, las medicinas o incluso para encontrar comida; esto me llama mucho la atención, a menudo hablo con las hermanas e intentamos ayudarles.

Lo inesperado nunca falla en el hospital y desde que trabajo en el departamento quirúrgico constato que recibimos con bastante frecuencia casos de urgencias de traumas severos, algunos de los cuales requieren atención en quirófano, por lo que tenemos que prepararlos de urgencia para intervenir quirúrgicamente. Pueden ser golpes, peleas… 

Otras situaciones muy habituales son los problemas abdominales: apendicitis u otros problemas y eso requiere una laparotomía urgente, es decir, intervenir y ver qué es lo que ocurre en el intestino.

Y lo que me llama la atención son los traumatismos durante la temporada de mangos, porque la gente sube a los árboles a coger esta fruta y como el árbol es muy frágil son muchas las caídas con consecuencias, en ocasiones, muy graves, incluso de muerte.

Soy africana y por mi color la gente cree que conozco las lenguas locales y suponen que hablo muy bien. Pero cuando se dan cuenta de que no es así me llaman "NASSARA", que significa blanco, y eso a veces es un poco confuso y tiene una cierta connotación negativa. Algunos empleados del hospital esperan que les apoye en sus decisiones, a veces poco inteligentes, porque soy africana, y me dicen que debo entenderles.

Además de mi trabajo en el hospital hago también pastoral en la parroquia, con las niñas que presentan las ofrendas. Todos los sábados por la tarde nos reunimos para preparar el baile, leer la palabra de Dios, ensayamos juntas. Me gusta también distribuir la revista Afriquespoir, editada en Congo por la familia Comboniana y que habla del continente africano. Los domingos voy a las parroquias para venderla.

En cualquier caso, estoy contenta de ser enfermera y de vivir esta experiencia en el Chad. Me siento cómoda, feliz y realizada.

Marie Shoko Luviringa
Misionera Comboniana





Comentarios

  1. Como siempre testimonios de entrega y entrega con AMOR, que el Señor os proteja y ayude en vuestro hacer de cada dia y tengais nuevas vocaciones.
    Un abrazo en el Señor

    ResponderEliminar
  2. Qué hermoso testimonio. Rezo por tí querida hermana

    ResponderEliminar
  3. Sono stata in Ciad nel periodo in cui Sr Marie Shoko lavorava a Bebedjia all'ospedale S. Joseph, ho osservato la sua capacità come infermiera e la dedizione umana per i sofferenti.
    Una vera Comboniana.
    E'stato bello Conoscerla.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario