PROMOTORAS DE SALUD EN ZAMBIA

Me llamo Sonia De Jesús García, soy una Misionera Comboniana de México y actualmente estoy en el Oeste de Zambia en el área de Kaande, provincia de Mongu.

Llegué a Zambia hace 6 años después de haber estado unos años en la provincia de México y en Perú. Al llegar no tenía ni idea de cómo podría trabajar en este país tan diferente a lo que yo conocía. La zona es muy árida y la gente tiene que trabajar muy duro para hacer fructificar las cosechas.

Me confiaron el terreno de la salud y pensé que sola no podría abarcar para visitar todos los enfermos de las ocho secciones que comprende esta zona. Así fue como inicié mi camino, y con dos señoras católicas empezamos la formación de un grupo de mujeres Promotoras de Salud.

Aquí nuestro trabajo está abierto a todos, y de hechos el 70% de las mujeres que asisten a la formación no son católicas sino que pertenecen a diversas sectas protestantes. Por eso en nuestros encuentros, además de la formación para la salud, tenemos momentos de oración compartida. Es una oración interreligiosa y cada una reza y se expresa a su manera.


Cada promotora de salud realizó un censo en su comunidad para detectar los problemas más importantes de la misma y conocer de primera mano la situación de cada familia. Estas mujeres reciben cada semana una formación concreta sobre los problemas de salud más comunes y son las que se encargan de transmitir esta formación en sus comunidades.

En este tiempo nos hemos dado cuenta de algunos problemas que se repiten: la desnutrición de los niños, y de modo particular después de los 6 meses de edad. La costumbre aquí es que en ese momento el niño tiene que comer lo de los adultos, pero su cuerpecito no está aún adaptado y eso le genera disenterías, vómitos y como consecuencia deshidratación y desnutrición. El coste de la vida ha aumentado y es difícil para muchas madres dar de comer bien a sus hijos. También hemos constatado muchos casos de enfermos de SIDA y muchas personas con una tensión arterial muy alta y como consecuencia de ello muchos casos de derrame cerebral.

Por eso estamos trabajando mucho en esta primera formación tan básica como es la de alimentarse bien. No es suficiente comer, sino que hay que comer bien, con criterio. También nuestra formación se fija en tener un agua potable y enseñarles a que beban a menudo. Aquí, con el calor que hace, tienen la costumbre de beber muy poco. Hay muchos obesos por el estilo de comida que llevan y eso unido a las condiciones de vida precarias hace que muchas personas sufran de hipertensión arterial.

Las promotoras de salud realizan una labor preciosa porque son ellas las que pasan la información a sus comunidades. Sin ellas este trabajo no se podría realizar. Son nuestras manos y nuestros pies para llegar a las personas concretas. Jesús vino para que tuviéramos vida y vida en abundancia. Esa vida es la que queremos compartir nosotras también en esta parte del mundo donde estamos.

Sonia De Jesús García
Misionera Comboniana

Comentarios

  1. maravillosa tu preciosa labor misionera samaritana entre los mas pobres. Animo!

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