Microcréditos que salvan


Actualmente vivo en Balama, diócesis de Pemba, en la provincia de Cabo Delgado a 300Kms de la ciudad, en Mozambique. La parroquia tiene unas 75 comunidades que visitamos regularmente. El párroco es un sacerdote diocesano y en nuestra comunidad somos 5 hermanas. En estas comunidades los domingos los catequistas reúnen a la gente para la catequesis o para la celebración de la Palabra, y de vez en cuando tienen la Eucaristía.

A pocos kilómetros de la misión tenemos desde hace ya cinco años, una guerrilla muy armada y muy fuerte que está provocando muchísimos desplazamientos internos y todo lo que conlleva una situación de violencia como la que ellos generan. Han matado a muchísima gente y todos vivimos con miedo.

En esta diócesis los rebeldes han saqueado, destruido y quemado unas 8 misiones, que han tenido que cerrar y los misioneros han tenido que salir de allí. Hace dos años mataron a una de nuestras hermanas, y el año pasado en esta zona raptaron a dos hermanas. Aunque luego las devolvieron con vida el susto fue enorme. Todo esto supone una gran inestabilidad y un gran sufrimiento para el pueblo. Es realmente una iglesia perseguida.

En la misión tenemos en concreto tres campos de refugiados y otra mucha gente fuera malviviendo alrededor de la misión o en las aldeas cercanas. Es muy difícil saber cuántas personas hay. Cada campo de refugiados tiene una capacidad media para 300 familias y cada familia puede tener entre 13 y 14 miembros. La situación en estos campos es sencillamente horrorosa, no hay comida, ni agua. No hay escuelas, no hay ningún hospital… Las personas viven como si estuvieran en un desierto. Mantienen su tienda con dos palos y ya está. Hasta hace poco teníamos ayuda humanitaria de algunas organizaciones que trabajaban aquí, pero desde hace poco se han ido. Y en esa situación estamos. Procuramos hacer lo que podemos, pero es muy poco. Es una gota de agua en un mar de sufrimiento.

En todo este dolor nosotras trabajamos con varios grupos de mujeres desplazadas. Unos son grupos de microcrédito, otros grupos de costura, de escucha, de alfabetización… Son grupos que a las mujeres les ayudan muchísimo, porque aparte de lo que aprenden son grupos en los que ellas pueden expresar tanto dolor como llevan dentro, hay mucho sufrimiento en sus vidas y esos grupos permiten una escucha serena, sin juicios.

Acompañamos los grupos de microcrédito durante 4 o 5 meses. Les ofrecemos un pequeño capital con el que ellas inician una actividad generadora de recursos. Tenemos encuentros con ellas donde les ofrecemos una formación básica y sencilla sobre economía doméstica y donde se sienten apoyadas y comprendidas. Es algo muy sencillo pero que a ellas les permite tener un dinero y sobre todo tener confianza en ellas mismas. Después de esta iniciación son capaces de independizarse y continuar con esta actividad que les ayuda de modo concreto para sacar adelante la familia. Son mujeres luchadoras, muy fuertes y entre ellas se apoyan y se sostienen.

Tenemos muchas otras actividades a nivel pastoral, sobre todo la formación de los jóvenes. Se te encoge el corazón ver tanta gente en esta situación de inseguridad, sin formación, sin escuelas. Algunos jóvenes se han ido fuera de esta zona y los que se han quedado se organizan en grupos. Estamos convencidas de que la educación puede cambiar las cosas y que trabajar en ello es trabajar para que haya hombres y mujeres con otra mentalidad para un futuro diferente, gente que sea capaz de trabajar por su pueblo.

En este trabajo no estamos nunca solas, siempre hay gente colaborando con nosotras, seglares que nos ayudan, que se vuelcan con la gente para aliviar el dolor. Estas personas son las que nos hacen seguir adelante a pesar de la inseguridad y del miedo.



María del Amor Más Puche
Misionera Comboniana

Comentarios

  1. Preciosa y necesaria labor, llevada a cabo por vuestro enorme amor al Señor. Él os bendiga.

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  2. Gràcias Maria del Amor por tu entrega, por tu testimonio, por tu amor al Señor y a todos los que encuentras en el camino en el que el Señor te ha enviado.
    Rezo por vuestro trabajo

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