Por el uso de las nuevas tecnologías. Vídeo del Papa


"¡Cuánto me gustaría que mirásemos menos las pantallas y nos mirásemos más a los ojos!" es el deseo del Santo Padre expresado en su video de abril, producido por la Red Mundial de Oración del Papa en colaboración con Coronation Media y con el apoyo del dicasterio para el servicio del desarrollo humano integral. 

El Santo Padre nos invita a "usar la tecnología para unir, no para dividir." Francisco advierte sobre el riesgo de que las tecnologías reemplacen las interacciones cara a cara, lo que puede llevar a una disminución de la calidad de nuestras relaciones humanas. Nos invita a buscar un equilibrio, usando la tecnología para facilitar las conexiones humanas auténticas, y no para reemplazar las por interacciones virtuales. 

La intención de oración del Papa es una invitación a desarrollar una conciencia crítica sobre cómo usamos la tecnología y sus efectos en nuestras vidas y en la sociedad. Esto incluye reflexionar sobre nuestras propias prácticas digitales, promoviendo un uso responsable y consciente que favorezca el desarrollo humano integral. 

"Oremos para que el uso de las nuevas tecnologías no reemplace las relaciones humanas, respete la dignidad de las personas, y ayude a afrontar las crisis de nuestro tiempo." Papa Francisco

¡Cuánto me gustaría que mirásemos menos las pantallas y nos mirásemos más a los ojos! 

Si pasamos más tiempo con el móvil que con la gente, algo no funciona. La pantalla nos hace olvidar que detrás hay personas reales que respiran, ríen y lloran. 

Es verdad, la tecnología es fruto de la inteligencia que Dios nos ha dado. Pero hay que usarla bien. No puede beneficiar solo a unos pocos mientras que otros quedan excluidos. 

¿Qué tenemos que hacer entonces? Usar la tecnología para unir, no para dividir. Para ayudar a los pobres. Para mejorar la vida de los enfermos y de las personas que tienen capacidades diferentes. Usar la tecnología para cuidar de nuestra casa común. Para encontrarnos como hermanos. 

Porque cuando nos miramos a los ojos, descubrimos lo que realmente importa: que somos hermanos, hermanas, hijos del mismo Padre. 

Oremos para que el uso de las nuevas tecnologías no reemplace las relaciones humanas, respete la dignidad de las personas, y ayude a afrontar las crisis de nuestro tiempo.

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